TEXTO PERIODÍSTICO
Esclavos
Ningún imperio se ha hecho sin eslavos. Egipto y Mesopotamia dominaron
grandes territorios e impusieron su hegemonía gracias a un genio que, en
vez de pasar a cuchillo al enemigo después de la victoria, pensó que
era mucho más rentable respetarle la vida, hacerlo prisionero y
condenarlo a trabajar como esclavo hasta la muerte. El latido de la
Historia comenzó a exigir esta carne humana cada vez en mayor cantidad
para erigir templos a los dioses y morir en los campos de batalla.
Fueron sus esclavos los que permitieron a los griegos y romanos tener
tiempo libre crear la democracia y el derecho mientras ellos levantaban
el Partenón y el Coliseo a golpe de látigo. Los romanos creían que la
familia estaba protegida por los dioses lares, pero en realidad los
dioses lares eran los propios esclavos sin los cuales resultaba
imposible mantener el fuego sagrado del hogar. Aun hoy la falta de
criados es la que ha destruido a la familia burguesa. El Papado tuvo
esclavos mientras ejerció el poder temporal y el negrero fue la figura
crucial del siglo de oro español e inglés, la correa de transmisión de
la conquista de América. Tampoco en nuestros días se puede desarrollar
un imperio hegemónico sin la esclavitud. Hoy la carne humana más barata
se halla en China y en la India. Son más de 1.500 millones de seres
dispuestos a ser sacrificados al dios del mercado a cambio de una ración
de subsistencia, la necesaria para seguir trabajando. Norteamérica aún
es asaltada por las oleadas de hambrientos hispanos que suben desde el
fondo de los países del sur a ofrecerse como carne de cañón. Alemania,
el motor de la economía europea, solo tiene la cantidad ridícula de 80
millones de habitantes para hacer frente a esa infame necesidad de
empujar la Historia hacia adelante. Europa no puede hacer nada porque
carece de esclavos y si los hay son todos renuentes a humillar la
cerviz, acostumbrados al bienestar social y a toda clase de derechos
humanos. ¿Dónde están los esclavos italianos, franceses, ingleses,
escandinavos y españoles? En este momento los está fabricando la crisis
económica. Si por casualidad oyes sonar de noche las trompetas del
Apocalipsis, deberás saber cual es su pérfido augurio: solo si te
conviertes en esclavo podrás sobrevivir.
Manuel Vicente, El País, marzo 2012.
Cuestiones:
1. Organización de ideas. Tipo de estructura.
2. Tema y resumen.
3. Comentario crítico.
Texto semejante en la red:
Para levantar las pirámides fue suficiente un
gran geómetra, pero se necesitaron infinitos latigazos. En el año 447 antes de
Cristo en la acrópolis de Atenas un paseante se acercó a un picapedrero y le
preguntó: "¿Quién eres?". El hombre le contestó: "Soy un esclavo
griego que está levantando el Partenón". Toda la filosofía que se elaboró
en Grecia no habría sido posible si Sócrates y Platón, después de pasar el día
en el ágora parloteando dentro de una sábana, al volver a casa no hubieran encontrado
la comida en la mesa. Los romanos veneraban a los dioses lares como protectores
de la familia cuyo fuego sagrado ardía de forma perenne en el hogar. Se ha
tardado veinte siglos en saber que los dioses lares eran los criados. Cuando
éstos desaparecieron la familia quedó desestructurada. Hoy se ha recompuesto en
torno al frigorífico. Nunca ha habido imperios sin esclavos. Todos los
coliseos, acueductos, calzadas, murallas, castillos y catedrales se elevaron
sobre musculaturas humanas sometidas a un ideal. Debajo de una gran epopeya
siempre hay una gran ignominia. El imperio español iba directo hacia Dios, pero
antes hubo que cazar negros a lazo, llevarlos a América y someterlos a trabajos
forzados. Inglaterra era la dueña del mundo mientras en sus minas de carbón en
el siglo XIX todavía trabajaban niños 16 horas diarias, lo que permitía a la
aristocracia británica fundar todos los deportes y tomar el té rizando el
meñique. En Estados Unidos fue abolida la esclavitud por Lincoln en 1862, pero
son millones aún las hormigas sin papeles que duermen en sótanos clandestinos
de la ciudad sometidas a la servidumbre de alargar la mano y agachar la cabeza.
Generalmente se considera que el imperio de Norteamérica, que muerde más de lo
que puede tragar, se halla en la fase final de su curva histórica. La
civilización que más esclavos tenga será la que asuma el protagonismo del siglo
XXI. El espectáculo de la apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín fue la
demostración ante el mundo de que China está preparada para recoger el testigo.
Son 1.300 millones de habitantes, de los cuales la mitad son abejas obreras del
Estado. Si la esclavitud, bajo diversas formas, ha hecho la historia, vaya
usted tomando nota.
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