domingo, 25 de abril de 2010

COMENTARIOS CRÍTICOS A MODO DE EJEMPLO


Antonio Marín, alumno de 2º bachillerato A, nos ha enviado dos comentarios críticos a modo de ejemplo de los textos "Verdad palmaria" de Juan José Millás y "Olvidadas" de Rosa Montero.


TEXTO 1. "Verdad palmaria" Juan José Millás


El siguiente texto que nos disponemos a comentar detalladamente consiste en una columna; ya que es un texto periodístico de género de opinión cuyo autor, Juan José Millás, lo publicó el 29 de enero de este mismo año en el periódico El País. El título es muy significativo y nos adelanta en parte el argumento central de su artículo; verdades evidentes, palmarias... Por otra parte, el tema central es una crítica hacia ese sector taurino que no reconoce el mal trato que se les causa a los toros de lidia en el ruedo justificándose mediante la burda mentira de que es “arte”.

Para justificar su punto de vista utiliza una serie de comparaciones cuyo fin es demostrar que lo que es evidente para unos es algo totalmente falso para otros, dependiendo del lado en el que nos dispongamos a mirar, claro está. A pesar de que la ideología del autor está claramente definida mediante una serie de expresiones (ya era hora), desde el inicio tiene una actitud totalmente imparcial ya que anuncia que es posible que tal espectáculo nos guste o no. No obstante, debe quedar claro que lo que le repugna es que aquellos que disfrutan con este vil espectáculo no reconozcan que el toro sufre, que se le maltrata, se le tortura, se le mata lentamente. Pero en definitiva, la vida tal y como dice el autor es así; aquellos que hoy se ven atacados por un pequeño grupo terrorista, mañana invaden todo un país utilizando técnicas más míseras que las realizadas por los primeros, sin llegar a reconocerlo.

Además, otro ejemplo muy claro es que un país supuestamente democrático como EE.UU. tiene una base fuera de su territorio legítimo donde realiza toda clase de tropelías no permitidas en el territorio nacional. Todas son muestras de que el ser humano actúa según sus intereses y que nada le impide decir no al maltrato pero sí si es con un toro ya que es “arte”. La propuesta del “Gobierno catalán” de suprimir las corridas de toros en Cataluña ha abierto la veda para que intelectuales de ambos bandos intenten justificar su posición, como Rosa Montero en Párate y mira. Es más, incluso alguno le añade tintes políticos como el editorial de El Periódico “El debate catalán se politiza”; hechos que no están presentes en esta columna de Juan José Millás. También el título es muy importante ya que al final del artículo se muestra el porqué de él, que no es más que la negación por los pro-taurinos de la verdad evidente del maltrato contra los toros.

Para finalizar este comentario debemos realizar una valoración personal tanto de la columna como del autor. Este texto no es una simple crítica de la tauromaquia, sino que se trata de toda una reflexión del autor, donde lo único que pide es que se llamen a las cosas por su nombre, nos guste o no, independientemente de lo moralmente buenas que parezcan. Por otro lado, debemos destacar que el autor ha evitado politizar el debate y se ha centrado en el tema central que es el maltrato a estos animales independientemente de que sea la fiesta de España o Cataluña.


TEXTO 2. "Olvidadas" Rosa Montero

El siguiente artículo que nos disponemos a comentar es un texto periodístico donde se aprecia la opinión de la autora, por lo que se trata de una columna; además aparecen la exposición y la argumentación. Fue publicado el 9 de febrero de este mismo año en el periódico “El País”; el tema central es el maltrato que sufren día a día las mujeres islámicas y el título elegido por Rosa Montero ha sido “Olvidadas”, que es muy significativo porque muestra el mensaje que quiere trasmitirnos: el olvido de estas mujeres por parte de toda nuestra sociedad.

El problema planteado en este artículo es uno de los más actuales; día a día aparecen en cualquier telediario ataques al género femenino; ya sea rociándolas con ácido en la cara, lapidándolas o sometiéndolas a unas leyes incivilizadas que limitan totalmente su libertad, impidiendo que vayan a cualquier lugar sin el acompañamiento de un hombre. Aunque no hace mención alguna del fundamento ideológico de los talibanes, éstos se apoyan en la “Ley Islámica”, que no es más que una excusa para justificar el martirio que sufren. Sin embargo, debemos elogiar su macabra y perfecta copia del sistema ideológico del Antiguo Régimen; ya que ambos regímenes someten a una clase social mediante el miedo que causa el desobedecer las leyes divinas. Es más, su sistema es despiadadamente mejor al evitar que cualquier mujer independientemente de su situación económica acceda a la educación, matando a toda aquella que quiera adquirir conocimientos para salir de ese mundo de sufrimiento.

Pero como en cualquier tragedia, siempre hay un grupo minoritario que luchar con todas sus fuerzas por sus derechos. Todos debemos reconocer que esta labor no es fácil; hace menos de un año se juzgó a una diplomática de origen islámico por el simple hecho de llevar en un restaurante unos pantalones vaqueros. Aunque debido a su inmunidad diplomática podría haberse librado de ir a juicio, aceptó renunciar a su protección para que todos los medios hicieran eco de la situación de los países de Oriente Medio. Tal y como anuncia la columna, los mismos dirigentes que un día decidieron justificar la guerra mediante la infrahumana situación de las mujeres y de aquella sociedad, hoy deciden pagar a sus enemigos para finalizar una agotadora ofensiva que sólo trae muerte y desgracia, especialmente en un bando. Esta decisión podría parecer buena en principio, sino tenemos en cuenta que el abandono de tropas acarrearía paralelamente el olvido total de las mujeres islámicas.

Para concluir este comentario crítico debemos realizar una especial mención tanto a la autora como a la columna en sí. Por un lado, Rosa Montero ha escrito varios artículos en los que denuncia la situación de la mujer afgana entre otras, y donde plasma la opinión de otros autores como Gabriela Cañas. Aunque ha retratado con bastante fidelidad la situación de la mujer islámica, sólo ha realizado una leve crítica hacia los verdaderos culpables, aquellos que echan la vista a un lado y niegan lo evidente. No nos proporciona soluciones efectivas para mejorar la situación, sólo realiza una reflexión “en voz alta”. Las preguntas que nos deberíamos plantear son: ¿hasta cuando vamos a permitir que esta situación continúe? ¿Cuántas mujeres más deben morir para que se nos abran los ojos? ¿De verdad vamos a financiar a unos asesinos en potencia?



1 comentario:

estudiante bachillerato dijo...

me ha servido de gran ayuda como ejemplo, gracias